29 junio 2012

Señor Don Alacrán

Debe usted saber que del lugar de donde vengo casi todo lo que sea vida nos asusta, demasiado viento asfixia, mucho sol da cancer y mucha agua oxida...
Todo aquello que se arrastre es aniquilado ipso facto, y es que somo tan vulnerables; con decirle que hasta el hombre busca matar otros hombres. Además el enredado sistema mediatico nos dice que hay que estar alerta del menor movimiento, llamada y aliento.

No fue mi intención cacharlo en la intromisión, pero al verlo pegado en el techo casi me muero en mi lecho. Bajo la luz de la linterna parecía tan grande y feroz. Creí que caminaria directamente sobre mí y se dejaría caer sobre mi aterrado rostro para inyectarme veneno de su aguijón.

Le ruego, tenga la bondad de otrorgarme el perdón, no era mi intención querer matarlo.

Usted tan impacible, tal vez tomando una siesta. Me alegro de que no quedara atrapado entre las cerdas de la escoba y se haya refugiado en la oscuridad de la noche más asustado que yo.

Perdoneme, perdoneme, perdoneme...soy tan citadina que hasta tengo miedo de mi sombra.

Si usted me disculpa, haga favor de aceptar una cordial invitación a tomar un poco de jopo refrescante, es lo menos que puedo hacer ante tal osadia de querer arrancarle la vida en tan indebido instante.

Atte.
Mariana Samsa

4 comentarios:

  1. El genero epistolar es un interesante recurso narrativo, tambien cuando se aplica a alguien o algo que supuestamente no lee cartas. Es curioso el tono de amabilidad comercial. Es insolito cuando se trata de algo que podria definirse como un susto, justificable. La rima techo y lecho no está demás. El resultado es un no está mal. Un gusto leer esta entrada.

    ResponderEliminar
  2. Hola. Una bonita carta a un arácnido. Los humanos tendemos a tenerle miedo a todo aquello que no comprendemos. En éste caso no se sabían las intenciones del alacrán. Quizás lo más fácil de indentificar es si su veneno era letal o no: si sus pinzas eran más grandes que su aguijón no había problema, no era venenoso; pero si su aguijón era más grande que sus tenecitas ¡Aguas!

    Curiosamnete hace rato, en la hora de la comida, mi papá me contó sobre como en una ocasión lo picó un alacrán. Para curarse atrapó al pequeño bribón, lo sacrificó y le abrió la panza para untarse sus viceras en donde el alacrán había picado a mi papá.

    En todo caso lo mejor es atraparlo y dejarlo ir en un lugar alejado de nosotros, para que así no seamos una amenaza para él o viceversa.

    Por cierto, hay un simpático episodio del The Question original en el que lo enterran casi por completo a excepción de la cabeza. Llega un punto en el que cae en la desesperación y entonces se le aparece un alacrán/escorpión el cual le recuerda las enseñanzas Zen que The Question había aprendido hace tiempo. Quizás lo publique luego en mi blog.

    Saludos Mariana, que tengas excelente día :D

    ResponderEliminar
  3. menudita chihiro no cambias y te sigues preocupando por la naturaleza y sus seres vivos y claro que te conozco al igual que tu a mi solo que no te quieres dar cuenta pero bueno ojala y la próxima criatura que te moleste en la oscuridad sea un hada y que tu tantra encuentre lo que estas buscando en tu viaje

    ResponderEliminar
  4. Demiurgo, aclaro que no tengo gran conocimiento sobre géneros o estilos, simplemente escribo lo que siento; incluso las rimas no son forzadas a veces salen... gracias como siempre por leerme y por ilustrarme con tus conocimientos

    Sergio. Bien dicen que el hombre siempre le teme a lo desconocido y me parece simpático el hecho de cómo reacciona una persona citadina ante una situación de este tipo, en mi caso a pesar de que tuve una infancia ligada al campo a en ocasiones me sigue maravillando la manera en la que actúa la naturaleza. Creo que nos han enseñado que hay que tener miedo; recuerdo mucho un comercial (no sé qué anunciaba) de un émpleado que está en su oficina así toda gris y frente a la computadora y de pronto llega y se posa una mariposita amarilla en el monitor y él se limita a gritar de miedo...ya no estamos a ese contacto con lo vivo y yo le tengo mucho respeto a la naturaleza pero de pronto algo así abruma, cuando vi el alacrán lo unico que pensaba era que no me fuera a caer en la cabeza :S siendo que tal vez ellos son quienes nos temen, me alegra que haya huido; era negro, y muy grande o tal vez la oscuridad de la noche y mi lampara hicieron un efecto óptico que lo hizo lucir más grande de lo normal, aun así recuerdo que papá me dice que los gueros son los venenosos y estos no pasa de que te intoxiquen o te dejen entumida la lengua. De alguna manera sí es´toy teniendo cierto aprendizaje zen con los bichitos.

    Anónimo: creo imaginarme quien eres...ya dime y sí ahora que lo mencionas eso de los viajes tienen tanta magia :D me siento chihiro

    Sir Arthur: Lo sé, estuve muy inquieta...pero qué le hacemos, todos pasamos por ello alguna vez, ya me estoy acostumbrando :D

    ResponderEliminar

Si hay la necesidad...DESEMBUCHA!