"El temor y la esperanza son los poderes de los dioses, se ha dicho con gran verdad. El hombre, colocado ante la naturaleza que le asombra y anonada, al sentir su propia pequeñez ante fuerzas que no entiende ni puede dominar, pero cuyos efectos dañosos o propicios sufre, proyecta su asombro, su temor y su esperanza fuera de su alma y, como no puede entender ni mandar, teme y ama, es decir, adora.
Por eso los dioses han sido hechos a imagen y semejanza del hombre. Cada imperfección humana se transforma en un dios capaz de vencerla; cada cualidad humana se proyecta en una divinidad en la que adquiere proporciones sobrehumanas o ideales."
Alfonso Caso
El pueblo del Sol
Sin título Mariana Samsa Tinta china / Opalina 21.5 x 28.5 2012 |